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SI LA PALABRA ENSEÑA, EL EJEMPLO ARRASTRA
El ejemplo chileno en la energía solar para Latinoamérica
Por Alex Márquez
🌞 La revolución solar ya no es un sueño: es una realidad, y está pasando en América Latina.
Durante décadas, cuando hablábamos de energías limpias, era común mirar hacia Alemania, China o Dinamarca. Incluso Emiratos Árabes o Japón aparecían como íconos futuristas de innovación energética. Pero algo cambió: ahora podemos mirar al sur del continente y decir con orgullo que Chile se ha convertido en un ejemplo vivo y luminoso del poder de la transformación solar.
Esta no es una teoría ni una promesa política: los datos lo confirman con contundencia. Según el reconocido grupo de análisis energético Ember y la plataforma Our World in Data, Chile lidera toda América Latina en generación de electricidad solar per cápita. Y no sólo lidera: ha dejado muy atrás al resto, incluyendo a países con más población, más territorio o más recursos naturales.
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🔍 Una gráfica que cambia narrativas
En la gráfica publicada por Latinometrics (2024), Chile aparece disparado por encima de países como México, Brasil, Argentina o El Salvador, alcanzando más de 800 kilowatts-hora (kWh) per cápita en generación solar.
Para poner esto en perspectiva:
• El promedio mundial está alrededor de los 100–150 kWh/persona.
• México, con todo su sol y potencial, apenas roza los 150 kWh/persona.
• Brasil y El Salvador comparten una cifra similar, mientras que Argentina está más rezagada.
¿Y Chile? Multiplica por cinco o seis ese promedio.
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☀️ ¿Cómo lo logró Chile?
Chile no tiene más petróleo. No tiene más agua. No tiene más recursos minerales que otros vecinos. Pero sí tiene más visión.
Y tomó decisiones clave en los últimos 10 años:
1. Aprovechó su geografía privilegiada:
El Desierto de Atacama tiene los niveles de radiación solar más altos del planeta. Lo que para otros era un paisaje árido, Chile lo convirtió en una mina de energía.
2. Implementó subastas abiertas y competitivas:
En lugar de subsidios cerrados, optó por un modelo transparente que atrajo a gigantes de la energía internacional.
3. Fortaleció su infraestructura eléctrica:
Invirtió en sistemas de transmisión para llevar esa energía desde el norte hasta el centro del país.
4. Ofreció certeza jurídica y regulatoria:
No basta con buenas intenciones: las reglas claras y estables atrajeron inversiones duraderas.
5. Se comprometió con metas claras:
Chile no improvisó. Fijó metas, plazos, marcos y estrategias de largo plazo.
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⚡ Compararse ya no es frustrante: ahora es inspirador
Durante años, nos hemos comparado con Alemania, Japón o China… y eso a veces desmotiva. Sus realidades geopolíticas, económicas y culturales son diferentes. Pero Chile es América Latina. Es vecino. Es hermano. Y si ellos pudieron, nosotros también.
• Si Chile pudo atraer inversiones solares masivas, ¿por qué no Perú, Colombia o México?
• Si Chile pudo pasar de casi 0 a 800 kWh/persona en una década, ¿por qué no Honduras, Guatemala o República Dominicana?
• Si Chile pudo hacerlo sin tener el PIB de Canadá, es claro que no se necesita ser rico para ser sabio.
Lo que se necesita es visión, decisión y constancia.
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🧭 Una megatendencia, no una moda
Desde nuestra Asociación Impulsora de la Empresa Latinoamericana, esta transformación energética no la vemos como una anécdota técnica: la vemos como una megatendencia ineludible.
Y desde el Instituto de Investigación Empresarial del Futuro, la analizamos como uno de los ejes críticos del nuevo paradigma económico global:
• El mundo está migrando hacia lo descentralizado, limpio y autónomo.
• Las empresas que no adapten sus procesos energéticos se volverán obsoletas.
• Las economías que no abracen la transición perderán competitividad internacional.
Así que esta cápsula no es sólo un dato: es una alarma y una inspiración.
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🔧 Más allá de la electricidad: una revolución productiva
Migrar a energía solar no solo es bueno para el medio ambiente:
• Reduce costos de producción a mediano plazo.
• Protege frente a crisis de petróleo o gas.
• Genera empleos técnicos de alto valor.
• Permite autonomía energética en zonas rurales.
• Fortalece cadenas industriales en tecnología solar, baterías y domótica.
El caso chileno también demuestra que no se trata solo de grandes plantas:
• Hay programas comunitarios de paneles solares.
• Hay alianzas con universidades.
• Hay fondos para startups de energía limpia.
Es un ecosistema, no sólo una política energética.
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🔍 ¿Y si no lo hacemos?
Quedarnos fuera de esta megatendencia tiene un precio:
• Más dependencia del gas importado.
• Vulnerabilidad ante crisis energéticas globales.
• Fugas de inversión extranjera hacia mercados más limpios.
• Incapacidad de cumplir con acuerdos climáticos.
• Empresas poco competitivas en un mundo que exige sostenibilidad.
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🌎 El futuro ya empezó (y lo empezó un país latinoamericano)
Nosotros no lo decimos como slogan: lo decimos con datos, con evidencia y con responsabilidad educativa.
Desde Impulsalat.com, y como parte de nuestras investigaciones en macro tendencias empresariales, hemos identificado este hito chileno como uno de los más relevantes para el empresariado latinoamericano actual.
No hay excusa.
Ya no es utopía.
Ya no es teoría.
Ya hay un mapa. Ya hay una ruta. Y está escrita en español.
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🚀 ¿Qué podemos hacer desde hoy?
1. Empresarios: exijan claridad en políticas energéticas.
2. Gobiernos locales: incentiven la energía distribuida.
3. Universidades: preparen técnicos solares certificados.
4. Asociaciones empresariales: promuevan casos de éxito como el chileno.
5. Consumidores: busquen marcas comprometidas con energías limpias.
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🔥 Cierre motivacional
Chile no solo encendió paneles.
Encendió la posibilidad de que América Latina abrace su propio sol.
Demostró que, en un mundo que exige cambios radicales, el verdadero liderazgo no viene de tener más, sino de hacer más con lo que tenemos.
Y como dice una frase que guía nuestra labor:
“La palabra enseña… pero el ejemplo arrastra.”
Hoy, el ejemplo chileno no nos humilla.
Nos convoca. Nos inspira. Nos reta.
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¡LATINOAMÉRICA EN MODO EMPRENDEDOR!
Por Alex Márquez
¿Sabías que América Latina es hoy la región con más intención de emprender en todo el planeta? ¡Así es! Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2025, nuestra región está vibrando con ideas, sueños y acción. Y no hablamos de buenas intenciones en el aire, sino de millones de personas decididas a lanzar negocios, cambiar el juego y conquistar el mundo.
1 de cada 2 adultos latinos quiere emprender en los próximos años. Es una ola gigante de innovación, empuje y valentía. La juventud digital, el hambre de independencia, las ganas de crear algo propio y el poder del “¡Sí se puede!” están desatando una nueva generación de empresarios que no esperan permiso para triunfar.
Y para muestra, siete botones recientes de puro talento latino que está brillando a nivel internacional:
• Auris Mohs (Chile): creó una línea de audífonos bioadaptativos que se moldean a la forma de tu oído y se conectan con inteligencia artificial para personalizar el sonido.
• Chiper (Colombia): transforma tienditas de barrio en centrales digitales de compra por mayoreo, con más de 50 mil tiendas conectadas.
• Eva Center (México): clínicas móviles que ofrecen estudios de detección temprana de cáncer de mama con inteligencia artificial. Alta tecnología, bajo costo y sin dolor.
• Kilimo (Argentina): usa satélites y big data para ayudar a los agricultores a usar el agua con eficiencia milimétrica.
• Beek (México): plataforma de audiolibros con acento latino que creció más de 400% y ya está entre las favoritas de la región.
• Ubanku (Perú): fintech que da microcréditos en minutos usando scoring alternativo, apoyando a miles de jóvenes que antes no accedían a la banca.
• Xcapit (Argentina): wallet de criptomonedas con enfoque educativo y social, premiada por la ONU por su impacto en comunidades vulnerables.
¿Lo mejor? Estas historias no son excepción: ¡son parte de una tendencia imparable! Cada vez más latinos descubren que no necesitan una fortuna para empezar, solo una buena idea, actitud de aprendiz, red de apoyo y fuego interior.
La revolución emprendedora ya no se escribe en inglés, ¡se grita en español y portugués! Y tú, ¿ya encendiste tu chispa?
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CAMBIANDO LA ETIQUETA… PERO NO LA MAÑITA
por Alex Márquez
En los pasillos del mercado latinoamericano, hay un arte ancestral que no se enseña en Harvard: el de “re-etiquetar con estilo”. Una camisa hecha en Tepito se vuelve italiana si le pegas “Designed in Milan”, un celular chino se vuelve alemán si le estampas “Berlín Edition”, y unos chocolates de Puebla ahora viajan por Instagram como “Swiss recipe since 1862”.
¿Farsa? Sí. ¿Frecuente? También. ¿Ilegal? Depende de quién lo atrape.
En México, Perú, Colombia y muchos países de América Latina, las leyes de etiquetado (NOM-050-SCFI en México, por ejemplo) exigen que los productos indiquen su país de origen real. Pero en la selva del comercio informal, donde lo que no está prohibido está permitido, sobran casos en que se vende lo chino, se disfraza de francés, y se cobra como suizo.
¿Y qué hacemos los consumidores? Nada. Aplaudimos mientras decimos: “¡Qué bien están los acabados! ¡Parece europeo!”. Y claro, nadie pregunta por el niño que lo cosió en una fábrica clandestina en Asia o en alguna bodega del Estado de México o de cualquier ciudad del interior latinoamericano.
¿Qué podemos hacer diferente?
No se trata de abolir la picardía comercial —eso sería como pedirle a un tlacuache que no haga trampa—. Se trata de evolucionarla con inteligencia y ética:
1. Reetiquetar con talento: Sí, reetiquetar, pero con honestidad. “Hecho en México, en Perú o en Costa Rica con orgullo y visión global” suena mejor que mentir.
2. Crear marca propia: Aprovechar el bajo costo de manufactura en Asia o Latinoamérica, pero creando branding auténtico y transparente, que conecte emocionalmente con el cliente.
3. Contar historias reales: Una playera hecha en Perú por artesanos andinos, una artesanía de Costa Rica o un diseño colombiano es mil veces más valiosa (y vendible) que una etiqueta falsa que diga “Paris boutique”.
4. Educar al consumidor: Enseñarle a valorar el origen, el proceso y el impacto social del producto.
5. Usar los huecos del mercado para innovar: Si Europa cobra caro por ser “diseño europeo”, ¿por qué no cobrar justo por ser “creación latinoamericana con alma”?
Datos para reflexionar (sin llorar):
• Más del 60% de productos en mercados informales de América Latina tienen etiquetado incorrecto o engañoso.
• En México, el SAT y la Profeco detectan cada año miles de casos de reetiquetado fraudulento en ropa, electrónica y alimentos.
• El 72% de los consumidores en LATAM no verifica el país de origen al comprar.
Cierre con propósito:
Lo nuestro no es copiar etiquetas, es ponerle alma al producto. Si vamos a competir en el mundo, hagámoslo con verdad, con astucia, pero sin trampas. Porque un mercado sin ética es como un ceviche sin limón: parece bueno, pero a la primera mordida… ¡te enferma!
Y si queremos realmente avanzar como región, necesitamos también fortalecer nuestra autoestima. Saber que en México, en Colombia, en Perú o en Costa Rica podemos hacer productos con igual o mejor calidad que en Asia, pero con nuestro propio sello, nuestro sabor, y nuestra historia.
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¿Te gustaría formar parte del cambio?
Si tú también estás listo para pasar de la picardía a la estrategia, de la trampa a la transformación, y de la etiqueta falsa a la marca con identidad, contáctanos hoy mismo.
En la Asociación Impulsora de la Empresa Latinoamericana, estamos desarrollando programas, ideas, redes de colaboración y modelos de negocios éticos para aprovechar con visión los vacíos del mercado… sin renunciar a la verdad.
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